HORARIO, DURACIÓN Y COSTE

Sábado 1 y domingo 2 de marzo de 2025
17-21 h
120€

Descuentos especiales para Latinoamérica. 

Gonzalo Escarpa, director de La Piscifactoría, Premio Nacional Cultura Viva, escritor, profesor, gestor cultural y performer con más de 20 años de experiencia pedagógica, ofrece un curso intensivo sobre recitación e interpretación de textos poéticos. 

El poeta crea materialmente objetos, no solo escribe o recita textos, de manera que el componente discursivo y retórico es esencial, pero resulta insuficiente si no se perfecciona con la misteriosa sintonía de quien lo recibe. Como se ve, mi fe en la poesía como discurso verbal es inquebrantable, aunque peque de ingenuidad. Cualquier expresión sublime es, por definición, poesía; esta idea puede formularse al revés: la poesía es la manera más adecuada de decir cualquier cosa. El problema es que cuesta encontrar esa manera.
José María Micó

Creo con firmeza en estas verdades. El poema es un objeto tridimensional, y es el lector-oyente quien, con su interpretación, lo completa. La poesía es la manera más adecuada de decir cualquier cosa, pero no se puede escribir, ni decir, de cualquier manera. Como afirma Pilar González España, recitar es un arte distinto al de escribir poesía. Y, sin embargo, desde el momento de la escritura debemos atender a esa tridimensionalidad. Hay poemas que se escriben para el ojo. Otros, para el oído. La idea de la performatividad del poema nace en el momento exacto en el que nace el poema. Es el receptor-reconfigurador el que activa la compleja maquinaria que el poeta ha trabado. Pero hay que acompañarle: hay que darle instrucciones. El poema es el caballo. El lector, quien cabalga. La poesía es el camino que ambos recorren, formando un todo que requiere que no falle la energía del animal ni la dirección, suave y concisa, del jinete. Encontrar el tono, el ritmo, la velocidad y el compás adecuado para cada poema es un ejercicio tan necesario, y tan interesante, como el de unificar el fondo y la forma de un texto poético.

Toda palabra requiere un alejamiento de la realidad a la que se refiere; toda palabra es, también, una liberación de quien la dice. Quien habla aunque sea de las apariencias, no es del todo esclavo; quien habla, aunque sea de la más abigarrada multiplicidad, ya ha alcanzado alguna suerte de unidad, pues que embebido en el puro pasmo, prendido a lo que cambia y fluye, no acertaría a decir nada, aunque este decir sea un cantar.
Y ya hemos mentado algo afín, muy afín de la poesía, pues que anduvieron mucho tiempo juntas, la música. Y en la música es donde más suavemente resplandece la unidad. Cada pieza de música es una unidad y sin embargo sólo está compuesta de fugaces instantes. No ha necesitado el músico echar mano de un ser oculto e idéntico a sí mismo, para alcanzar la transparente e indestructible unidad de sus armonías. No es la misma sin duda, la unidad del ser a que aspira el filósofo a esta unidad asequible que alcanza la música. Por el pronto esta unidad de la música está ya ahí realizada, es una unidad de creación; con lo disperso y pasajero se ha construido algo uno, eterno. Así el poeta en su poema crea una unidad con la palabra, esas palabras que tratan de apresar lo más tenue, lo más alado, lo más distinto de cada cosa, de cada instante. El poema es ya la unidad no oculta, sino presente; la unidad realizada, diríamos encarnada.
María Zambrano

La unidad del poema es múltiple. Unidad de sonido, de sentido, de significación, de dirección. Fusionamos el contenido y la forma. Fusionamos el decir y el que dice. Fusionamos poema y poeta. Y es en la recitación donde más y mejor se puede contemplar esa fusión. Donde se subraya y se disfruta de esa superposición de todos los planos del poema. La «unidad realizada» se escucha solo cuando el poema se lee en voz alta. Como siempre se ha hecho. El rapsoda, el neojuglar, acompaña esa unidad, no la vulnera, se suma a ella, se sabe disolver. Desaparece, que es también lo que debe hacer el poeta: no estar presente cuando el hecho poético acontece. Apartarse. Vaciarse.

En este taller, y en diálogo con maestros de diferentes disciplinas como Zumthor, Dario Fo, Bob Wilson, Bachelard, Lecoq, James Benning o Chantal Maillard, estudiaremos esa disciplina tan poco atendida como habitual: la lectura de poemas para un público emancipado, intérprete también, junto al rapsoda, del texto tridimensional y poliédrico.
Revisaremos las diferentes teorías sobre la interpretación, disfrutaremos del trabajo de artistas históricos, desde la Edad Media hasta hoy mismo, y analizaremos nuestros propios poemas para saber cuáles quieren ser dichos, con qué técnica, con qué acompañamiento, con qué paisaje.
La mayor parte del curso transcurrirá de pie. Haciendo. Diciendo el hacer. Inaugurando así una nueva poesía física, en la que el cuerpo y la voz formarán parte de la musculatura del texto, de su decir.

Escritores, poetas, cantantes, artistas plásticos, estudiantes, profesores, artistas multimedia, personas interesadas en el hecho poético…
Se trata de un taller eminentemente práctico para poder trabajar con los poemas de los participantes, especialmente útil para autores interesados en la oralidad, la presentación de poemas en recitales o la creación de espectáculos poéticos.

Gonzalo Escarpa. Madrid, 1977. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, se ha desempeñado como gestor cultural, profesor, escritor y performer.

Actualmente dirige el espacio cultural independiente La Piscifactoría Laboratorio de Creación y la agencia de gestión cultural no convencional La Posibilidad, es coordinador del área de poesía de Ámbito Cultural de El Corte Inglés, codirige Soplavivo · Open de poesía y dirige el Máster de Creación Poética Fuentetaja-La Piscifactoría, el primero en España de su naturaleza. 

Ha sido profesor colaborador de la Universitat Oberta de Catalunya y autor y tutor del taller de poesía online de yoquieroescribir. Imparte el Laboratorio de Creación Poética desde hace más de 20 años.

En 2019 obtuvo el Premio Nacional Cultura Viva en su modalidad de poesía por el conjunto de su obra, otorgado por el CSIC y un jurado compuesto por Luis Alberto de Cuenca y Javier Puebla. 

Fue becado por la Fundación Antonio Gala en su primera promoción, tras lo que trabajó como Coordinador de la Fundación Centro de Poesía José Hierro por designación directa del poeta.

Colabora con instituciones latinoamericanas como asesor en políticas culturales comparadas, y fue el responsable de la llegada de obras de autores como Picasso, Miró, Dalí o Rembrandt por vez primera a diferentes estados en México, donde trabajó durante 3 años como Coordinador de Promoción Cultural del Instituto Municipal de Arte y Cultura del Ayuntamiento de Puebla. 

Entre otros proyectos, se ocupó de la dirección artística de la presencia cultural de la ciudad de Puebla en el Pabellón de México en la Expo Universal de Milán, en 2015. Especializado en eventos culturales masivos, trabajó como Jefe del Proyecto “Madrid como ciudad invitada de honor en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México” en 2017. 

Ha colaborado con la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana para el Desarrollo, Acción Cultural Española, Madrid Destino, el Instituto Cervantes o La Noche en Blanco, coordinando proyectos y ofreciendo recitales y talleres en plataformas como el Festival Eñe, el Mercado de la Poesía de París, el Piccolo Teatro de Milán, el Encuentro de Poesía Digital de Beijing (China), el Instituto Cervantes de Ammán (Jordania), la Feria del Libro de Montevideo (Uruguay, becado por el Programa para la Internacionalización de la Cultura Española) o el Centro Cultural de España en México, Haití, Miami, Argentina, Paraguay, Costa Rica, Nicaragua…  

Ha creado y dirigido tres espacios culturales independientes en España y uno en México y es fundador de la Residencia Creativa en el Medio Rural CasaMadre en Guadalajara, España.

Ha coordinado la antología ‘Todo es poesía menos la poesía’ (Eneida, Madrid, 2004) y ‘La casa del poeta’ (Trampa, Barcelona, 2021) y publicado los poemarios ‘Fatiga de materiales’ (Trashumantes, Valencia, 2006), ‘No haber nacido’ (Delirio, Salamanca, 2008), ‘Mass Miedo’ (Arrebato, Madrid, 2008), ‘España’ (La Vorágine, Santander, 2017), la edición artesanal ‘La solidaridad de la saliva’ (La Posibilidad, Madrid, 2016-2017), ‘Coda de cada década’ (Ultramarina Cartonera & Digital, Sevilla, 2017; segunda edición, 2020), ‘Ko’ox Tuluum’ (Emegé Editores, Algeciras, 2018), ‘Quiero decir’ (La Imprenta, Madrid, 2024) y los poemas objetuales ‘mcetpm’ (Trashumantes, Valencia, 2008) y ‘Poema muy bonito’ (La Conservadora, 2016).

Coordinó agua revista de poesía líquida, un medio digital que publicaba la obra de estudiantes de creación poética en todo el mundo. 

http://www.escarpa.net

Talleres de Gonzalo Escarpa en el ciclo #LdeLírica, que nació en 2018 y sigue celebrándose en Ámbito Cultural.

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