Inmersión literaria en Semana Santa 2020. Convivencia: escritura creativa y creación poética

Gonzalo Escarpa (poesía) y Antonio Rómar (narrativa) cambian las aulas donde suelen dar sus clases por una acogedora casa rural con todas las comodidades en el corazón del valle del Tiétar, en Candeleda, Ávila, que cuenta con piscina y con todo lo necesario para disfrutar de la lectura y la escritura.

Del 9 al 12 de abril. Plazas muy limitadas.

Organiza: La Piscifactoría Laboratorio de Creación.

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Chimenea y piscina

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Tiempo y espacio para descansar

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Creación Poética

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Escritura creativa

Algo más que un taller muy especial:
una experiencia de inmersión en la poesía y la escritura creativa en el valle del Tiétar

Gonzalo Escarpa, director de La Piscifactoría, escritor, profesor y performer con más de 15 años de experiencia pedagógica, compartirá con los asistentes su proyecto del Laboratorio de Creación Poética, que analiza entre otras muchas cosas los elementos básicos constitutivos del hecho poético, en un ambiente distendido y relajado, recomendando lecturas y realizando ejercicios sencillos y divertidos. 

Los poemas, como todos los animales, nacen, crecen, se reproducen y, si no consiguen encontrar un cauce adecuado de expresión, mueren. En esta experiencia de inmersión, Gonzalo Escarpa, director de La Piscifactoría Laboratorio de Creación, gestor cultural y poeta especializado en la relación del texto con el hecho escénico, recorrerá todos los momentos de la creación aprovechando los trabajos particulares de los participantes, incluyendo el antes (estímulos, disparadores, lectoescritura, intertextualidad, concepto), el durante (anulación del espíritu crítico, inmersión, vuelapluma, fonosemántica, sistemas de recaptación textual) y el después (exégesis, anulación del espíritu creador, revisión, borrado, y también difusión, puesta en escena, publicación online y offline…).

Se trata de un encuentro eminentemente práctico, en el que Escarpa aplicará los procedimientos que ha ido desarrollando a lo largo de más de 15 años de experiencia pedagógica en su Laboratorio de Creación Poética. Atendiendo siempre a las necesidades personales de los participantes y a sus textos revisará, utilizando ejercicios de desbloqueo, juego y captación del sentido poético del lenguaje, todos los elementos que intervienen en la creación de un poema.

Al finalizar el taller, los asistentes contarán con un trabajo poético completo y definitivo, que cumpla con las expectativas originales y esté listo para ser reproducido de forma virtual o escénica. En ese sentido, se trabajará igualmente con textos discursivos, visuales, sonoros, etc., entendiendo el hecho poético en el más amplio sentido.

Antonio Rómar, profesor en diferentes escuelas de creación además de escritor, editor y traductor, lleva muchos años formando a diferentes generaciones de escritores. En esta ocasión desgranará las técnicas habituales que facilitan la escritura, de forma distendida y divertida, facilitando lecturas recomendables y ejercicios prácticos para desarrollar la habilidad de los participantes.  

Antonio es profesor de escritura desde hace más de diez años. Si bien su obra publicada es fundamentalmente poética, se ha especializado en la escritura creativa aplicada a formas narrativas. Actualmente, está inmerso en la finalización de un libro de relatos e investiga la pedagogía de la literatura en áreas como el perfeccionamiento del estilo y las estructura discursivas.

La experiencia literaria-vacacional la entiende como una oportunidad de convivencia activa y creativa en la que poner sobre la mesa los diferentes procesos de creación de los asistentes y orientarlos desde la conversación entre pares. El objetivo es lograr una mejor comprensión del asistente de su propio proceso. Asimismo, se propondrán dinámicas de escritura y ejercicios durante la estancia cuyos resultados se pondrán en común y se discutirán. La idea, al margen de las actividades programadas, es que esto suceda de la forma más fluida posible, sin atarnos a dinámicas de enseñanza estrictas o profesorales. De igual a igual, con el texto y la propia obra como excusa, se propone un acercamiento humano al arte de los otros que sirva como espejo para entender el propio.

No habrá objetivos prácticos más allá de los que el propio alumno pueda obligarse a tener. Para el buen aprovechamiento de la experiencia, sí que se creará una comunicación previa entre los coordinadores y los alumnos que deseen acudir en la que dará el comienzo el diálogo y el intercambio de intereses y se ofrecerán materiales individualizados para que, cuando lleguemos a ese lugar increíble de la playa de Montroig, no haya que empezar de cero y el encuentro sea lo más cálido y fructífero posible.

Candeleda es un pueblo entre el Valle del Tiétar y La Vera, en el sur de la Sierra de Gredos, provincia de Ávila
Por su situación en llano y con la cobertura que le da el macizo central de Gredos, en el término de Candeleda hay una notable variedad en microclimas ya que sus tierras se elevan desde los 430 m. en que se halla enclavada la población hasta los 2.595 m. del Almanzor.
Esta acusada transición de la penillanura del río Tiétar hasta las elevadas cumbres del circo central de macizo de Gredos da a su terreno, por la abundancia relativa de lluvias y aguas corrientes, una posición privilegiada para el desarrollo agrícola ganadero que los habitantes del lugar saben aprovechar.
Una parte de la riqueza de Candeleda proviene de la agricultura –pimentón, olivo, higueras, tabaco– y la otra proviene de la ganadería, ya que la amplitud de su término (215,50 km2.), en gran parte de media montaña, permite sostener una amplia cabaña ganadera, en su mayoría formada por rebaños caprinos. De la benignidad del clima nos hablan las palmeras y naranjos que adornan sus calles.
El caserío de Candeleda se halla situado en una amplia explanada de suave pendiente hacia el sur por lo que sus calles no tienen el carácter sinuoso de las que están en las zonas de las laderas.
La pujanza económica ha impulsado la transformación de la arquitectura típica en amplias zonas del pueblo, sin embargo aún se conservan casas en las que se puede apreciar el atractivo encanto de la casa entramada, algunas de ellas resultan muy llamativas por la riqueza vegetal con que sus dueños adornan las solanas de madera.
En la Plaza del Castillo, que ocupa el espacio de la antigua fortaleza de los condes de Ledesma, en la confluencia de las carreteras de Arenas, Oropesa y de La Vera, se levanta un homenaje a la capra hispánica de Gredos en forma de estatua de bronce; no en vano han luchado sus gentes por la conservación de esta especie desde principios del siglo XX, una época en la que, para satisfacer la afición cinegética del rey Alfonso XIII se ceden montes municipales para crear el Coto Real de Gredos que después se transformaría en Coto Nacional.
En invierno el bullicio y la alegría candeledana se manifiestan en torno a san Blas, patrón de Candeleda; este santo tiene una interesante ermita en la Cañada; en ella dice la tradición que reposan los restos de un monje cisterciense, Bernardo, al que el pueblo colocó entre el número de los santos por sus milagros, por la tarde, pese a la época del año, no faltan los toros.
En verano es la Virgen de Chilla la que arma el revuelo en el corazón devoto y festivo de los candeledanos, tanto los ritos religiosos como los profanos se celebran en el segundo y tercer domingo de septiembre; los primeros en el santuario, y los segundos en la localidad cuya plaza se convierte en coso taurino.
Es atractivo, y también sobrecogedor, el entorno serrano, con la majestuosidad enhiesta de los picachos del Almanzor, sin embargo, para quien no tiene las fuerzas suficientes para emprender excursiones por la sierra, le pueden resultar muy agradables las pozas de las gargantas, tanto la de Santa María, que cruza por la localidad, como la de Chilla, cerca de las cuales hay merenderos, restaurantes, casas rurales, campamentos y centros turísticos de ocio y de turismo ecuestre.
En Candeleda la gastronomía más “noble” gira en torno a las carnes (en la que el cabrito juega un papel esencial), pues ya los monteros de Alfonso XI elogiaron los montes de Candeleda para la caza del oso y del jabalí. Hoy día aún es posible la caza mayor. Los más usuales son los platos en los que está presente el cabrito, el cordero y la ternera.
El queso de cabra, ya sea el elaborado por los Ganaderos de Caprino de Candeleda, ya provenga de fábricas particulares como Queserías Valdecabras, aún guarda el sabor artesanal de antaño y, por otro lado, está cobrando de nuevo, auge, como aperitivo, el tasajo, carne de cabra desecada y aderezada con pimentón de la cosecha.
La pervivencia del tesoro folclórico se manifiesta en Candeleda en el entusiasmo que se siente ante la canción tradicional que, como no puede ser menos, aparece en cualquier festividad tanto colectiva como familiar. En esos momentos es frecuente ver esos hermosos trajes regionales; unos son antiguos, pero muchos son el resultado del esfuerzo de mujeres candeledanas que se dedican a bordar siguiendo las enseñanzas de la tradición familiar. En los últimos años, a mediados de agosto, la plaza se llena de expectación para asistir a los concursos de jotas y rondeñas en los que participan grupos del Valle del Tiétar y de La Vera, además de otros lugares de España.
El pasado más antiguo del término municipal se puede contemplar en la visita al castro vettón de El Raso (el castro celta), no lejos del cual se haya un pequeño abrigo en el que se han encontrado unas pinturas rupestres.
Por las altas lomas y por la facilidad de accesos a ellas, existen buenas rutas de senderismo y montañismo como “La” Puente del Puerto, la que va desde el castro celta de El Raso al Chozo del Zapato, o la del Santuario del Chilla a la Vega de la Zarza, entre otras.
Textos de Fulgencio Castañar (Catedrático de Lengua y Literatura españolas, historiador).

Metodología

Horarios

Llegada a la casa rural

Jueves 9 de julio

A partir de las 16 h, recepción y bienvenida

Formación

Del jueves 9 al domingo 12 de abril

Es posible asistir al taller de poesía, al de escritura creativa o a ambos. El horario se acordará entre todos los asistentes. En cualquier caso, se trata de una experiencia de inmersión, no de un curso reglamentado. Se propone una convivencia activa cuyo pilar sea la reflexión, la teoría y la práctica literaria constante. Se conversará en torno a lecturas, proyectos, ideas, creaciones propias e inquietudes literarias con la presencia y la guía de los dos profesores especialistas en poesía y escritura creativa.  

Actividades nocturnas: conciertos, lecturas, espectáculos que cuentan con la participación de artistas invitados.

Regreso: entre las 12 y las 15 h del domingo 12 de abril

 

Comidas

El alojamiento incluye desayuno, comida y cena. Se contará además con una cocina de uso común con una despensa básica (pasta, fruta, conservas, bebidas, etc.) para que cada uno pueda cocinar o tomar lo que le apetezca en cualquier momento.
En la zona hay también diferentes ofertas gastronómicas de altísima calidad.

Coste

Alojamiento, manutención y cursos en habitación compartida de 2 camas (que pueden juntarse): 499 euros/persona.

Se establece un coste único lo más asequible que permiten las fechas y la calidad del alojamiento escogido.

El lugar que nos acogerá dispone de wifi

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10% extra para inscripciones después del 10 de marzo

Este taller es un banquete para los sentidos y sí, saciará tu apetito, pero despertará tu hambre.

José B.

Hace dos años que asisto a los talleres de escritura creativa de Antonio Rómar y he notado una evolución constante en mi forma de entender la literatura y la creación en general. Gracias, Antonio.

Pedro S.

Para mí un curso de poesía no es sólo una cuestión literaria; supone un encuentro con personas afines que comparten conmigo una pasión, y eso me hace sentir que formo parte de un equipo que trata de mejorar su escritura y su forma de entender el mundo.
Berenice R.

Participa en dos cursos intensivos y disfruta de un entorno único

Las plazas son muy limitadas. Sólo 9 personas podrán disfrutar de este encuentro con la naturaleza y la cultura.