Una pregunta sencilla: ¿hay algo
de melocotón en todo esto?
¿Hay algún juego que nos consuma
en el centro de la noche y que dé
sentido al hombre?
No quiero hablar de realidad real,
ni buscar la ilación secreta
de hechos prófugos,
ni profundos.
Dios, ilumina este circunloquio
para volver a ser monos
y comer bananas sin mojarnos.
La realidad pide historias
y devora al hombre porque le otorga
luz también.
Para seguir la narración durante
la vigilia acorralada,
puede ser con o sin argumento,
a y/o be, o a be y.
(Molt bé, molt bé)
En cualquier caso, entonemos el
“¡No a la memeficación del mundo!”
Repite conmigo otra vez :
¡No a la memeficación del mundo!
Que la Paz sea contigo, Octavio, yo
ya soy otra Bovary.
O lo intento.
Karim Hauser